En estos días mi espíritu se ha
enfrentado a diferentes adversidades y reconozco que me ha costado mantenerme
firme atravesando mi mente la idea de dejarme llevar por el mar, pero cuando está
a punto de suceder eso pienso que ningún hombre llega a ser grande hasta que
haya enfrentado y vencido una gran resistencia. Definitivamente no soy un hombre común,
porque el hombre común ignora siempre es temeroso a enfrentarse a la más ligera
resistencia, no quiere ser criticado porque piensa erróneamente que esa crítica
le destruirá. Es interesante, pero
cuando empezamos a progresar rápidamente van apareciendo en nuestro camino una
serie de obstáculos fabricados por quienes nos rodean y eso incluye compañeros
del trabajo, amigos y familiares. Precisamente
en eso consiste nuestra fortaleza, en sobreponerse a todas esas acciones
negativas, lamentablemente esto es difícil y requiere mucho coraje, pero al
final del camino cuando las personas que nos ofrecieron resistencia ven nuestro
progreso no le queda otra alternativa que mirarnos con un nuevo y más grande
respeto, finalmente nos damos cuenta de que la razón por la que se unieron para
atacar nuestro crecimiento, destruir nuestros sueños y a nuestra persona es que
ocultamente nos temen por lo que representamos potencialmente, yo me siento
afortunado por haber adquirido un punto de madurez que me permite esta
resistencia, ir a la batalla sin más armas que mis ideales, el amor a las
personas y la confianza en mí. Desde hoy
me sentiré alto y fuerte frente a mi enemigo ya que se que al final mi resolución,
mi compromiso y el creer en mi terminaran atemorizándolo y esta situación tan difícil
se desvanecerá en el olvido…
No hay comentarios:
Publicar un comentario