Esta mañana al subir al
transporte público salude cortésmente al conductor con el acostumbrado “buen día”
y él se limito a seguir manejando sin responder una sola palabra, y lo mismo sucedió
con las siguientes tres personas que intentaron saludarlo, me pareció interesante
observar que al bajar esas mismas personas lo hicieron sin mencionar el
acostumbrado “gracias, que tenga buen día”
y es que la mayor parte del contagio emocional que percibimos en la
gente tiene un efecto toxico en la psiquis contagiándonos de esos sentimientos
como si se tratase de una especie de virus social. Los seres inteligentes incluyen el manejo de
las emociones como una ley de vida, “popular” y “encantadora” son términos que
utilizamos para referirnos a una persona con la que nos gusta estar porque sus
habilidades emocionales nos ayudan a sentirnos bien. Si usted es capaz de corresponder genuinamente a un acto de cortesía poseerá un producto
social especialmente valioso. John
Cacioppo investigador estadounidense considerado
el pionero de la neurociencia social señala que las personas que no logran
transmitir emociones son propensas a tener problemas en sus relaciones dado que
los demás suelen sentirse incómodos con ellas.
Si usted estimado lector quiere relacionarse con las personas más fácilmente
y ser la clase de persona con la que los demás quieren estar porque resulta
emocionalmente enriquecedor, poner a los demás de buen humor y provocar
comentarios como “que placer estar con alguien así” debe ser fiel a usted mismo
ya que muchas veces el nerviosismo o el miedo al contacto con los demás nos
lleva a actuar torpemente o de manera grosera, todo se resume en tener confianza
en nosotros mismos, tengamos en cuenta que en nuestro interior siempre existe
un ser “encantador” en potencia….
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