La Filosofía, la Historia y la
literatura son tres de las cosas que más amo porque me enriquecen día a día y me
acercan al hombre que debo ser, me han permitido encontrar la dirección que hoy
llevo y han tenido que ver con mi crecimiento.
Cada que puedo vuelvo a gozar los
siglos oscuros, provocados por los aqueos que conquistaron a Troya, heroica y
mítica historia que cantó Homero porque sin él no hubiera habido ni literatura
ni filosofía, gracias a él tenemos hoy en día un sistema mitológico que fascina
tanto a mi hijo Gabriel. La Odisea que un
día me conto Homero no ha caducado ya
que es la misma odisea que todo hombre realiza en busca de su identidad, de sus
metas filosóficas, de su patria espiritual, la patria que para Ulises era Troya
donde los hombres se encontraban ligados a las posibilidades limitadas de la
percepción física. Los griegos fueron
a Troya a rescatar a Helena, la mujer más bella del mundo, pero en el despertar
del pensamiento griego, belleza física también significaba belleza espiritual
porque los griegos no separaban lo bello de lo bueno, por eso adoraban a la
belleza más que a cualquier otra cosa, por eso Helena era el ideal mayor de la
cultura griega, un símbolo de la parte
femenina del alma humana, por eso Helena, como Penélope, representan los campos
que tiene el hombre que encontrar para lograr la perfección espiritual, porque
solo así podrá volver a su casa, un retorno al paraíso, la realización de lo
que ya existe en el hombre, volver a ser lo que uno fue en el principio, por
eso Ulises no deja de pensar en la necesidad de volver a la patria. A Ulises le costó tanto llevar a sus
hombres, que se demoraban en cualquier placer, como a Moisés el pueblo hebreo,
y también tuvo que luchar contra la hostilidad de Poseidón, el dios del mar,
que era un símbolo del subconsciente, por eso Ulises lo cruzó como un viajero
que buscaba su ser verdadero, sabía que en algún lugar de ese mar encontraría
su patria, y lo sabía porque estaba en medio del camino, porque ya estaba en
marcha. Esto significa que el hombre
es un ser espiritual según su verdadera naturaleza interior, y que su identidad
está ligada a su relación con el mundo material, y recordar esta naturaleza
original y buscarla es el sentido de la vida.
Si miramos al mundo con
curiosidad, si le abrimos las puertas al misterio encontraremos que el mundo en
sí mismo es un misterio, yo he encontrado lugares misteriosos en todas partes,
lugares que solo se pueden ver con los ojos de la sabiduría, capaces de
penetrar cualquier sustancia, de ver lo invisible, y esos lugares suceden
espontánea, naturalmente, entonces sentimos que el centro de la verdad está en
nuestro corazón, por eso ahora, cuando me llegue la vejez, disfrutare
totalmente del retiro y emprenderé mi camino a Ítaca, un camino lleno de
aventuras, de experiencias, sin miedo al tentador canto de las sirenas ni al
furioso Poseidón porque no encontraré los mismos peligros que Ulises si
mantengo elevado a mi pensamiento. En
estos momentos me estoy planeando a mí mismo y le estoy planteando a usted gozar
los amaneceres naranjas, los puertos azules y los corales ya que llegar a Ítaca será cumplir con su destino, pero hay
que hacerlo lentamente para llegar viejo a la isla para poder apreciar más nuestra
conquista, llegar viejo y rico para no esperar riquezas ajenas a mi llegada a nuestra
llegada a Ítaca, ahora solo nos queda construir nuestra fortuna…
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